El propósito de Kinly, como proyecto de investigación basado en proyectos, es aprender acerca de la capacidad del diseño como actividad y disciplina de adquisición de conocimiento. Tras varias décadas de práctica profesional en distintos ámbitos del Diseño (producto, servicios, interacción, procesos, comunicación, comportamiento,…) hemos experimentado como, durante los procesos de diseño colaborativo, emerge un tipo de conocimiento sobre la realidad a comprender y transformar que no es de la misma naturaleza que el conocimiento obtenido a través de (las) otras áreas de generación y adquisición de este, es decir, ciencias y humanidades.
Aunque la intención es desarrollar la afirmación anterior, esta intuición (más apropiadamente la llamaremos inferencia abductiva) surgida hace más de un cuarto de siglo (Design as a Discipline, Bruce Archer 1979) ha encontrado recientemente su “reafirmación” en el pensamiento de Nigel Cross, más concretamente en su escrito “Designerly ways of knowing” de 2006 y previamente en Donald A. Schön “The Reflective Practitioner” en 1984.
Allí Cross, basándose en Archer, despliega su tesis acerca de la existencia de una tercera manera de conocer e investigar la realidad a la que denominan Diseño. Traza cuáles son sus antecedentes históricos más cercanos y propone dos premisas fundamentales; la no distinción clásica entre teoría y práctica en los procesos de investigación, y sobre todo la existencia de las facultades que se ponen en marcha en los procesos de “conocimiento por Diseño” que son innatas y comunes a todos los seres humanos.
Esta última premisa constituye el hilo argumental que nos lleva a conectar el Diseño con la educación, más concretamente con el aprendizaje, entendido este como estadio superior del proceso de adquisición de conocimiento aplicable y transferible, es decir, científico, no solo ordinario.
Esta visión conectora o relacional entre disciplinas fue posible desde UK gracias a la incursión del Diseño como parte integrante de la educación secundaria a finales de los 70’s y principios de los 80’s del pasado siglo.
Está diferenciación entre la formación especializada y orientada a la práctica profesional de Diseño (sea este de cualquier tipo; gráfico, industrial, servicios, social,…) y la concepción de la práctica del Diseño como una “tercera área de la educación” constituyen los fundamentos del proyecto de investigación de Kinly.
Como adelantábamos más arriba, el propio Cross presenta como hito fundacional de esta aproximación al Diseño, los escritos de Bruce Archer realizados en 1979 para Design Studies, concretamente el denominado “The three R’s”.
Aunque lo que creemos más destacable es cómo se realizó la conexión entre el planteamiento de Archer y las tesis de Cross, al tener que enfrentarse este último con asuntos similares en la fundación de la Open University.
Esta conexión, se establece a través de la existencia de un problema real (ill-defined, wicked), el diseño y la participación en un proyecto (de investigación) que ayude a aclarar el significado de nuestras ideas acerca del problema y la existencia de una tensión al vislumbrar nuevos estados de creencia o sentir que las creencias actuales acerca de un aspecto de la realidad ya no sirven para explicar el estado actual de las cosas.
Aquí se puede apreciar la clara influencia de la filosofía de Charles Sanders Peirce, más concretamente sus primeros escritos acerca de la fijación de la creencia y la lógica del descubrimiento. El padre fundador del pragmatismo (mejor dicho pragmaticismo, cambio de denominación con el que quería salvaguardar sus tesis de interpretaciones erróneas como las que había hecho su colega William James) ha sido hasta el momento y en nuestra opinión, relegado o al menos no tan considerado o mencionado como su discípulo Dewey, en los campos del Diseño. Esto se debe probablemente tanto por la dispersión de sus escritos, aún en recopilación después de más de 100 años desde su creación, como su tono más “duro y científico” debido a su bagaje y formación científica. Pero es justamente este enfoque científico y sistemático el que junto a la intuición de una tercera vía de adquisición de conocimiento el que sobrevolará nuestro planteamiento, eso sí, no de manera única ni excluyente respecto a otros enfoques epistemológicos.
El camino elegido por Cross para la exposición de su tesis es que mediante el desarrollo de la educación en Diseño y la investigación del Diseño podremos avanzar en la comprensión de este como disciplina. Para ello parte de una perspectiva inductiva, en ocasiones etnográfica, centrándose en cómo los diseñadores piensan y actúan en la práctica profesional.
Aún estando de acuerdo con este planteamiento de investigación, creemos que si se pretende desarrollar un enfoque universal de la educación en Diseño, desde un punto de vista generalista y no especializado en la práctica de cualquier disciplina profesional, se debería considerar enfoques epistemológicos y gnoseológicos más amplios, que incluyan tanto la manera ordinaria de conocer y desenvolvernos de los seres humanos en el mundo material, como enfoques científicos y humanísticos. Es decir, no intentar delimitar un área virgen aún inexplorada para establecer su legitimación, sino como una superación en el sentido dialéctico de la sana y productiva tensión entre ciencias y humanidades.
Otro punto clave para entender el Diseño como otra manera de adquisición de conocimiento aplicable y transferible radica en la comprensión de las distintas tipologías de investigación relacionadas con el Diseño, su distinción entre investigación científica y no científica, así como investigación fundamental y aplicada.
La clasificación realizada por Genevieve Raiche-Savoie y Claudia Démén en su artículo “La pluralidad de la investigación en el diseño” publicado en la revista Sciences du Design 2022/2 (n°16). Entraremos en detalle en esta taxonomía y analizaremos las conexiones e interrelaciones entre los tres tipos existentes en la práctica y la importancia de su correcta comprensión antes de abordar cualquier proyecto de Diseño en el sentido más amplio del término.
Este artículo está basado en la identificación, definición y clasificación sobre los distintos métodos de investigación que podemos abordar relacionados con el ámbito del Diseño. Su principal objetivo es ofrecer de manera clara y estructurada a profesionales y estudiantes de Diseño las características diferenciales de cada modelo identificado (AR, CR, PR) así como las pautas necesarias para su utilización, según sea el ámbito de investigación y aplicación (personal o profesional). Estos tres tipos pertenecen a la investigación aplicada al diseño y provienen de distintas disciplinas científicas como las humanidades, ciencias sociales, bellas artes, …
Todos ellos encuentran su origen en problemas prácticos, a menudo sociales, medioambientales o económicos (wicked, ill-defined problems), cuyo público objetivo está formado por profesionales y usuarios beneficiarios de la investigación. Estos problemas tienen características muy particulares: son fundamentalmente únicos; no pueden formularse definitivamente; se pueden explicar y resolver de muchas maneras diferentes; no implican soluciones de tipo “verdadero o falso” sino soluciones de tipo “mejor o peor” (good enough en el sentido de satisfacing de Herbert A. Simon] y estas soluciones, que no pueden ser descritas de forma exhaustiva, siempre tienen multitud de consecuencias que modifican el problema y requieren nuevas soluciones.
Por su forma de problematizar, los tres se dirigen a producir o apoyar cambios beneficiosos a través de la acción pudiendo o no ir acompañados de la producción de uno o varios artefactos. El conocimiento producido puede ser inmediatamente enfocado a la acción o a la toma de decisiones (análisis y reflexión para acciones posteriores).